La queratoconjuntivitis seca canina (QSC) es uno de los principales problemas oftalmológicos que presentan los perros en la clínica diaria. Muchas veces se presenta con signos clínicos de conjuntivitis crónicas, opacidades corneales, mucus y ulceras corneales, con lo que tiene que estar siempre en el diagnóstico diferencial de la gran mayoría de problemas oculares que se presenten.
La QSC o síndrome del ojo seco es una patología debida a la hiposecreción de lagrima por las glándulas lagrimales. Normalmente asociada a problemas en la secreción de la parte liquida de la lagrima, pero puede también puede deberse a anormalidades en la secreción de la parte lipídica o mucosa. Esta falta de secreción lagrimal desarrolla hipoxia y falta de nutrición en las células corneales, que estas mueren y desarrollando todo el síndrome.
Esta ausencia o reducción de la secreción lagrimal puede ser debida a una enfermedad simple o a procesos de enfermedades sistémicas. Normalmente es debida una reacción autoinmune idiopática que destruye la glándula lagrimal y genera tejido fibroso, pero también puede ser secundaria a virus como el del moquillo, blefaroconjuntivitis crónicas, traumatismos, inducido por fármacos o neuropatías.
Los estadios de este síndrome pueden comenzar con un ojo rojo, conjuntivitis purulentas o ulceras y acaba progresando durante semanas generando una opacidad corneal, dolor y blefarospasmo persistente.
Los signos clínicos que encontraremos variaran según el estadio del proceso, su presentación aguda o crónica, y suele ser bilateral.
En procesos agudos los signos serán más graves presentando úlceras corneales más o menos profundas, con dolor y secreción inflamatoria mucopurulenta.
En procesos crónicos los signos serán más leves empezando con conjuntivitis con descarga intermitente mucosa o mucopurulenta, y conforme avance el proceso, la conjuntiva se volverá más hiperemica con descarga mucopurulenta persistente, y la córnea progresa con neovascularización, opacidad, depósitos corneales y con o sin ulcera persistente.
DIAGNÓSTICO CLÍNICO
El diagnóstico clínico se realiza realizando el test de Schirmer y se interpretan los resultados de la siguiente manera:
>15 mm/min: Produccion normal.
15-10 mm/min: QSC subclínica.
10-6 mm/min: QSC moderada.
<5 mm/min: QSC grave.
TRATAMIENTO
El tratamiento de la QSC se basa en la estimulación de la secreción para permitir que se repare la cornea y conjuntiva. Y además, tratar los efectos secundarios de la falta se secreción, como la acumulación de mucus o ulceras.
- Tratamiento para estimular la secreción lagrimal.
- El tratamiento para conseguir la estimulación la secreción lagrimal se basa en la utilización de agentes inmunomodulares para conseguir la inhibición de la acción de los linfocitos T que destruyen los ácimos glandulares y así conseguir la secreción.
- La Ciclosporina A es el agente inmunomodulador principal para tratar QSC, ya que conseguimos que aumente la secreción lagrimal. El tratamiento empezaría con 2-3 gotas cada día de colirio de ciclosporina al 2% y realizaríamos una revisión a los 2 o 3 meses para evaluar si ha habido un aumento de la secreción, si funcionara, seguiríamos con esa pauta toda la vida.
- Otra opción son los implantes episclerales de ciclosporina A que han demostrado que pueden ser útiles como alternativa eficaz de tratamiento para casos en los que el tratamiento tópico con ciclosporina A no consigue ser efectivo o que los dueños son reacios a administrarlo durante toda la vida.
- El tratamiento alternativo a la ciclosporina seria con traculimus al 0,02% 2 gotas diarias ha demostrado ser una alternativa eficaz cuando no funciona el tratamiento con ciclosporina A, ya que ha demostrado ser más eficaz en la estimulación de la secreción lagrimal
- La terapia regenerativa con células madre mesenquimales ha demostrado que puede ser una opción más para tratar QSC que no responden al tratamiento medio debido a su gran capacidad antiinflamatoria.
- Además, cabe destacar, que en los últimos estudios científicos indican que la administración en la dieta de sustancias antioxidantes y antinflamatorias con el tratamiento farmacológico mejoran significativamente el resultado obtenido solamente con el tratamiento farmacológico.
- Sustitutivos lagrimales.
La utilización de lágrimas artificiales puede ser útil para evitar la sequedad corneal en los momentos iniciales del tratamiento administrando varias gotas diarias o en los casos donde no consigamos recuperar la función secretora de las glándulas lagrimales.
- Antimicrobianos.
La utilización de colirios antibioticos puede ser útil para tratamientos puntuales cuando tengamos una secreción mucopurulenta o ulceras corneales, de manera que los utilizaremos durante un cierto periodo de tiempo hasta solucionar el problema.
- Mucolíticos.
En aquellos casos donde la presentación inicial sea con mucho mucus adherido a la córnea, podemos prescribir colirios de N-acetilcisteina al 10% 4 gotas al día durante un periodo de 10-15 días para limpiar la córnea.
En los casos que la sea una QSC muy avanzada con escasa producción de lagrima, tendremos que adminístralo durante mas periodos ya que se puede acumular más mucus.
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