En relación a las últimas noticias aparecidas en los medios de comunicación sobre sarampión y su vacunación, queremos informaros que:
El sarampión es una infección respiratoria de origen vírico, que afecta principalmente a niños pero también puede manifestarse en adultos. En una época fue bastante frecuente pero en la actualidad se puede prevenir gracias a una vacuna.
El sarampión puede ser grave e incluso mortal para los niños pequeños. Aunque las tasas de mortalidad se han reducido en todo el mundo a medida que se administra la vacuna contra el sarampión a más niños, la enfermedad aún mata a más de 100 000 personas cada año, la mayoría menores de 5 años de edad. En 2018 se registraron en España 220 casos.
La Comunidad de Madrid dispone de un calendario de vacunación del adulto desde el año 2005 que recoge las recomendaciones de vacunación a partir de los 18 años de edad. Este calendario está recogido en un documento técnico editado por la Dirección General de Salud Pública. La información contenida en este documento acerca de la vacuna triple vírica (sarampión, parotiditis y rubeola) es la siguiente:
“Se recomienda la vacunación con 2 dosis separadas al menos de 4 semanas a las personas adultas nacidas en España después de 1970 que no tengan historia de vacunación ni hayan pasado el sarampión. Si hubieran recibido ya una dosis con anterioridad, se administrará una segunda respetando el intervalo mínimo”. Si naciste antes de 1970, se considera que has estado en contacto con el virus y tienes ganada la inmunidad. Si has nacido a partir de 1981, cuando se introdujo la vacuna de forma sistemática, lo normal es que estés vacunado y no tengas que hacer nada. Comprueba en tu cartilla de vacunación y ante la duda es mejor vacunarse.
Asimismo, dicho documento recuerda que “se debe aprovechar cualquier contacto de las personas adultas con el sistema sanitario para informar y actualizar su estado de vacunación con el fin de reforzar el control de las infecciones inmunoprevenibles a lo largo de toda la vida”.
La vacuna se administrará sin ningún coste para los pacientes por el Sistema Nacional de Salud. Si tienes entre 40 y 50 años puedes pedir cita en tu Centro de Salud.
En términos generales, todos los adultos con vacunación incompleta o no vacunados en su infancia deberían completar el esquema vacunal según calendario.
Los signos y los síntomas del sarampión generalmente incluyen:
Los signos y síntomas del sarampión aparecen entre 10 y 14 días después de la exposición al virus. Los signos y los síntomas del sarampión generalmente incluyen:
- Fiebre
- Tos seca
- Resfrío
- Dolor de garganta
- Ojos inflamados (conjuntivitis)
- Manchas blancas diminutas con centro blanco azulado y fondo rojo dentro de la boca, en el revestimiento interno de las mejillas, también denominados manchas de Koplik
- Sarpullido constituido por manchas grandes y planas que generalmente se funden entre sí
La infección ocurre en etapas secuenciales durante un período de dos a tres semanas.
- Infección e incubación. Durante los primeros 10 a 14 días después de contraer la infección, el virus del sarampión se incuba. Durante ese período, no tienes signos ni síntomas.
- Signos y síntomas inespecíficos. El sarampión generalmente comienza con fiebre leve a moderada, a menudo acompañada de tos constante, resfrío, ojos inflamados (conjuntivitis) y dolor de garganta. Esta enfermedad relativamente leve pude durar dos o tres días.
- Enfermedad aguda y erupción cutánea. La erupción cutánea consiste en pequeñas manchas rojas, algunas de las cuales están levemente elevadas. Los puntos y bultos en grupos estrechos le dan a la piel un aspecto rojo moteado. La erupción primero aparece en el rostro.Durante los próximos días, la erupción cutánea se esparce por los brazos y el tronco, y luego por los muslos, las piernas y los pies. Al mismo tiempo, la fiebre aumenta abruptamente, y a menudo alcanza los 40 a 41 °C. La erupción del sarampión disminuye gradualmente; primero desaparece del rostro y, por último, de los muslos y los pies.
- Período contagioso. Una persona con sarampión puede propagar el virus a otros durante aproximadamente ocho días; ese período comienza cuatro días antes de que aparezca la erupción y finaliza cuando la erupción ha estado presente durante cuatro días.
Tratamiento
No existe tratamiento antiviral específico frente al virus del sarampión. En caso de que se produzca la infección, el tratamiento se basa en la administración de antitérmicos para la fiebre y antitusígenos para la tos.
Es recomendable que mientras dure la infección el enfermo guarde reposo y mantenga una buena hidratación.
El tratamiento con antibióticos sólo se requiere cuando aparecen complicaciones
Las complicaciones más frecuentes del sarampión son las infecciones bacterianas, como la otitis media o la neumonía, esta última sobre todo entre los lactantes.
La encefalitis o inflamación del encéfalo es otra de las posibles complicaciones del sarampión, que puede producir déficits neurológicos. Sin embargo, este tipo de enfermedades no suele aparecer en niños bien nutridos y su incidencia es muy escasa.
Cuándo debes consultar con un médico
Ante una sospecha de sarampión el paciente debe acudir siempre al pediatra o médico de familia. “Por ejemplo, cuando presenta fiebre en el contexto de un contacto reciente con un paciente enfermo de sarampión o ante cualquier cuadro de fiebre elevada con exantema”.
Revisa los registros de vacunación de la familia con el médico, en especial antes del inicio de la escuela primaria, antes de la universidad y antes de hacer un viaje internacional.